Ella lloraba, estaba llorando, triste, como perdida del mundo, como si no fuera de nadie, como si no existiera. Llevaba días sintiéndose mal, no sabía por qué, no podía explicarlo, pero se le notaba, ella lo notaba, tampoco sabía como explicarlo, era raro.
Había sentido q estaría allí, así que fue hacia allí, a buscarla, al lugar donde su mente funciona más rápido, allí donde se escondía a veces para que nadie pudiera encontrarla, pero no se había equivocado y allí estaba. Se acercó a ella y con una mano la asió junto a ella..No hacían falta palabras, podían entenderse con una sola mirada. Ella se giró, y se encontraron sus miradas. Ahora estaba a salvo. Se abrazaron, mientras le dijo al oído: "No te preocupes, ahora todo saldrá bien". Una media sonrisa se dibujó en sus labios, ahora se sentía mejor, a lo mejor tenía razón. Se dejó llevar por lo que sentía, por lo que pensaba, y se dejó ayudar y abrazar, solo por ese instante, y se sintió mejor.
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Un día de estos te escribiré algo bonito, te enseñaré a volar, a bucear y a caminar firme. Te enseñaré como reír hasta que no puedas más, y a sentirte tan llena de vida que no necesites esforzarte para ser optimista; a demostrarte que un beso, un abrazo y un te quiero son maravillosos si se dicen a veces. Te enseñaré a dónde van tus palabras y las mías, y como a veces, se entrelazan entre sí, y forman mundos aparte en los que estamos las dos, juntas o separadas, no importa, pero unidas siempre por un vínculo especial, que nunca podrá romperse.Etiquetas: Alegría |
