Bolas rojas que trazan círculos que giran, se agitan, se retuercen. Se forman sombras chinescas en torno a ese círculo que se mueve sin ton ni son. Tú andas ahí, entre la multitud, taciturna, callada, como tantos días extraños. Mueves los labios pero ninguna palabra sale de ellos; haces el ademán de caminar, pero tus pies no quieren moverse. El tiempo se paraliza, los sonidos te envuelven y tu dejas que te atrapen, solo por esta noche.

Cierras los ojos y todo comienza a dar vueltas a tu alrededor, dejas que tus pies te lleven, al ritmo de esa canción silenciosa que nunca acaba, al ritmo de ese baile que no parece tener fin. Solo existes tu, entre la masa de gente agolpada, pero tu no puedes verlos, tu no estas ahí. Observas sin miras, oyes sin escuchar, y aún intentas gritar sin que ni tan siquiera un mísero grito escape de tus labios...

Vuelves a quedarte sola, como cada día de tu inexistente vida, giras y giras sin que nadie pueda pararte, porque no existes, a nadie le importas, nadie te mira, nadie...La nada te envuelve como tantas veces, y dejas que el hastío te envuelva con su manto, y te lleve hacia ese lugar donde todo existe, donde lo malo alcanza a tener significado, y a veces, incluso te llega a parecer bueno, donde los sueños dejaron de existir, porque cerrastes los ojos demasiado pronto, y donde las lágrimas pierden su significado. No aprendiste a mirar con los ojos de la niña inocente que eras, te perdiste en el camino, tomaste la dirección equivocada, aquel día fue le día...Miras hacia tu mano, y aún queda un poco, una calada más, el hachis sigue haciendote volar, es lo único que te queda, lo que aún te hace seguir viviendo, porque de no haber sido por él, habrías muerto hace mucho...

Ya es demasiado tarde para seguir viviendo, ya nada importa, solo destellos fugaces que se entrecruzan en tu cabeza, haciéndote sentir confusa de nuevo...

Apuró lo que quedaba, su último día debía ser así, no quería nada más...

A veces, cuando cierro los ojos aún puedo verla en la tempestad, en la oscuridad, entre la nada, bailando al ritmo de una canción que no existe, con los tañidos de las campanas que huelen a muerto, con el silencio más profundo de la noche, y esperando a que se la lleven de allí, un alguien que nunca llega, un alguien que se perdió antes de encontrarla...Te espera a tí.

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