Un beso que se vuelve eterno, un abrazo sin manos, besos sin labios, la certeza inimaginable de que te amo por el resto de mis días, de mi vida. Mirarte a los ojos y acercarme a ti lentamente, mientras siento tu aliento, tan dulce, tus ojos clavados en los míos, como susurrando un amor que yace escondido entre las sábanas. Acariciar mis labios con los tuyos, y anhelando un beso, un único beso, el primero, de muchos más que llegarán. Se deslizan, se escapan, y un beso suave, dulce, aparece y reaparece en el tiempo, huye, se esconde, y llega, como la suave brisa del viento en un día de calor, así son tus besos, mi salvación, mi delirio, mi locura, mi vida...
Y sentir ese beso...que es como si el cielo se resbalase entre tus ojos, como si la luz de la mañana estuviese en tu mirada, como si todo lo pasado no existiera, y solo estuvieras tu, ahí, en el escenario de la vida, entonando tu canción, aun inacabada, pero que lo será algún día...
Me gusta dormirme en tu pecho a la par que siento el latir de tu corazón, me relaja, perderme en tu pelo, en tus ojos, como si del mar se tratase, perderme entre los recodos de tu cuerpo, el último suspiro antes de internarme en él, de poder recorrer con mi lengua cada milímetro, de poder sentir tu sabor, tu olor, y atrapar toda esa vida que pretende escaparse, y amarte como si mi vida dependiera de eso...
¿Y si un día te sorprendo y te pido que te cases conmigo?
TQL PE
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